Bitcoin extendió su rally el 14 de agosto de 2025, disparándose a $124,002.49 durante las horas de negociación en Asia, marcando un nuevo máximo histórico para la criptomoneda más grande del mundo. Esta ruptura estuvo respaldada por la creciente convicción del mercado de que la Reserva Federal de EE.UU. comenzará a recortar las tasas de interés tan pronto como en septiembre, una visión reflejada en los mercados de futuros y confirmada por comentarios dovish de los responsables políticos tras lecturas más suaves de la inflación en EE.UU. Una orden ejecutiva reciente que facilita la inclusión de activos criptográficos en las cuentas de retiro 401(k) ha reforzado aún más la demanda institucional, con los principales gestores de activos señalando su disposición a ampliar sus ofertas de activos digitales a una base de inversores más amplia.
Ether, el segundo token más grande por capitalización de mercado, subió a $4,780.04, su precio más alto desde finales de 2021. Este movimiento fue impulsado por los flujos continuos hacia los fondos cotizados en bolsa (ETF) de Ethereum en spot y el renovado optimismo en torno a la próxima actualización de Shanghai, que permitirá retiros de ETH apostados. Los análisis en cadena muestran una oferta cada vez más ajustada a medida que los tenedores a largo plazo trasladan los tokens fuera de los intercambios hacia almacenamiento en frío, reforzando la narrativa alcista. Al mismo tiempo, los datos de derivados apuntan a un sesgo sostenido en las opciones call, indicando un apetito persistente por más ganancias entre los traders profesionales.
Los participantes del mercado señalan que el avance de Bitcoin ha ocurrido en un contexto de volatilidad realizada históricamente baja, lo que sugiere que la clase de activos podría estar entrando en una fase de descubrimiento de precios en lugar de burbuja especulativa. Los volúmenes de negociación en los principales mercados han alcanzado máximos de varios meses, destacando una liquidez robusta incluso cuando activos de riesgo tradicionales como las acciones se quedan atrás respecto a los picos recientes. Los indicadores técnicos, incluida una convergencia de medias móviles a corto plazo por encima de niveles clave de soporte, otorgan mayor credibilidad a la visión de que la tendencia alcista de Bitcoin se mantiene intacta.
Sin embargo, algunos analistas advierten que un ascenso rápido podría invitar a la toma de ganancias o provocar llamadas de margen, especialmente si los datos macroeconómicos decepcionan o la retórica de los bancos centrales se vuelve inesperadamente hawkish. Los niveles objetivos citados por los analistas gráficos oscilan entre $130,000 y $140,000, basándose en movimientos medidos de patrones recientes de consolidación. Si Bitcoin se detiene o retrocede, las zonas clave de soporte se encuentran cerca de $115,000 y $110,000, donde históricamente ha surgido interés comprador.
De cara al futuro, el mercado observará de cerca los datos del Índice de Precios al Productor de EE.UU. que se publicarán más tarde en el día, así como a los oradores de la Fed para obtener más pistas sobre el momento y magnitud de los recortes de tasas. Cualquier sorpresa dovish podría impulsar otro tramo al alza, mientras que señales de inflación persistente podrían enfriar el entusiasmo. Por ahora, el ascenso de Bitcoin a territorio récord señala una aceptación creciente de los activos digitales como cobertura macroeconómica y herramienta para la tesorería institucional, sentando las bases para lo que muchos ven como el próximo capítulo importante en el ecosistema de las criptomonedas.
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