Bitcoin (BTC) mostró debilidad renovada el jueves, cayendo por debajo de los 100.000 dólares durante las primeras horas de Estados Unidos después de haber rebotado por encima de los 104.000 durante la noche. La caída amplió una tendencia de rendimiento inferior durante las sesiones de negociación de la Costa Este que ha persistido a lo largo de noviembre.
Los analistas del mercado atribuyen la caída a la liquidez que se evapora vinculada al cierre gubernamental reciente, lo cual invirtió los déficits fiscales típicos y restringió la disponibilidad de efectivo en los mercados financieros. Un superávit fiscal de 198.000 millones de dólares en septiembre marcó uno de los periodos más secos de liquidez en años, exacerbando las dinámicas de aversión al riesgo entre las clases de activos.
Las acciones vinculadas a cripto sufrieron fuertes pérdidas junto con BTC. Los principales mineros y proveedores de infraestructura vieron caer sus precios de acciones: Bitdeer Inc. cayó un 19%, Bitfarms bajó un 13%, y Cipher Mining e Iris Energy perdieron ambos más de un 10%. Los flujos de ETF de criptoacciones más amplios indicaron salidas significativas, reflejando una mayor aversión al riesgo entre los asignadores institucionales.
Los gráficos técnicos revelan que la incapacidad de BTC para mantener el soporte en 100.000 dólares ha aumentado la probabilidad de una corrección más profunda hacia la zona de 95.000 dólares. Las métricas en cadena muestran retiros sostenidos de las carteras de los exchanges, lo que sugiere que los tenedores a largo plazo ven niveles de precios más bajos como oportunidades de compra, aunque las pérdidas realizadas entre los compradores recientes siguen siendo elevadas.
Las expectativas de recorte de tasas del mercado también se han reajustado. Las comunicaciones de la Fed indicaron una probabilidad de recorte en diciembre del 50/50, menor que la casi certeza observada a principios del trimestre. Las menores apuestas por una expansión monetaria agresiva han pesado de manera desproporcionada sobre activos de alta volatilidad como Bitcoin.
Los mercados de derivados reflejan el cambio: las tasas de financiación de los swaps perpetuos se volvieron negativas a medida que dominaban las posiciones cortas, y la asimetría de las opciones mostró primas de venta elevadas, destacando la demanda de cobertura contra más caídas. El interés abierto en las plataformas de futuros cayó a medida que se deshacían posiciones largas apalancadas.
A pesar de la caída, algunos analistas anticipan un repunte de liquidez una vez que flujos fiscales se reactiven con un nuevo financiamiento gubernamental. Las expectativas de un nuevo gasto fiscal bajo la administración actual podrían reabrir el apoyo a las criptomonedas, potencialmente desencadenando un repunte de alivio hacia finales de año.
Los inversores vigilarán de cerca los próximos datos económicos y los comentarios de la Fed para confirmar el cambio en las condiciones de liquidez. Una recuperación sostenida por encima de los 100.000 dólares requeriría un nuevo acompañamiento fiscal o monetario, mientras que las dudas continuadas sobre recortes de tasas podrían prolongar la lucha de BTC por mantenerse por encima de los umbrales de precios clave.
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