La acción del precio de Bitcoin ha entrado en una fase de calma relativa tras la reciente volatilidad, impulsada por una notable disminución en la toma de ganancias entre las direcciones a corto plazo. Los datos de los principales proveedores de análisis on-chain indican que la ratio de beneficio de salida gastada (SOPR) ha tendido a volver al equilibrio, lo que sugiere que menos holders están realizando ganancias por encima del precio de costo.
La métrica SOPR, que mide la relación entre el precio realizado y el precio pagado en salidas gastadas, alcanzó su punto máximo durante el último aumento a máximos históricos, cuando los traders aseguraron ganancias tanto en intercambios spot como en derivados. En las horas posteriores al rally, la métrica volvió a valores cercanos a uno, señal de que los participantes del mercado están manteniendo posiciones en lugar de ejecutar ventas, reduciendo así la presión bajista sobre el precio.
Indicadores adicionales, incluyendo el cambio neto de posición de holders a corto plazo, corroboran este cambio. El cambio neto acumulado —la cantidad de Bitcoin acumulada o vendida por billeteras activas por menos de 155 días— ha pasado de salidas netas a entradas leves. Este comportamiento refleja una creciente disposición entre los inversores para absorber la oferta en lugar de desencadenar ventas masivas, aliviando preocupaciones inmediatas de liquidez.
Los analistas del mercado atribuyen la estabilización a múltiples factores. La menor volatilidad en los mercados tradicionales ha reducido los flujos impulsados por correlación, mientras que la demanda institucional sostenida continúa a través de productos como los ETFs de Bitcoin spot. Los desarrollos macroeconómicos, incluidas las decisiones de tasas de los bancos centrales y titulares geopolíticos, se han mantenido contenidos, permitiendo que los fundamentos on-chain jueguen un papel mayor en el descubrimiento de precios.
Los traders ahora se enfocan en soportes técnicos cerca de promedios móviles clave y umbrales on-chain. Los promedios móviles de 20 y 200 días se han convergido, formando una banda estrecha de negociación que podría guiar los rangos de precio a corto plazo. Una ruptura por encima de la zona de consolidación reciente cerca de $117,000 podría señalar un renovado impulso alcista, mientras que una caída por debajo de $113,500 podría generar precaución entre las posiciones apalancadas.
Las métricas de liquidez on-chain también revelan depósitos crecientes en direcciones de intercambios principales, sugiriendo que algunos holders podrían estar reforzando opciones de salida. Sin embargo, la velocidad de los flujos de capital se ha desacelerado en comparación con picos previos, lo que indica que los flujos actuales son más medidos y estratégicos.
Con la toma de ganancias moderándose, el mercado parece estar posicionado para un entorno más estable. Los observadores destacan la importancia de monitorear las tasas de financiamiento de derivados, las tendencias de interés abierto y los saldos de stablecoins como indicadores complementarios de sesgo direccional potencial. Si los holders a corto plazo continúan manteniendo, Bitcoin podría sostener sus niveles actuales, preparando el terreno para una fase gradual de re-acumulación entre las cohortes minoristas e institucionales.
En resumen, la disminución en las realizaciones de holders a corto plazo sugiere que la última rotación del precio de Bitcoin podría marcar una transición de una rápida toma de ganancias a un estado de mercado más balanceado. Los datos on-chain continuos ayudarán a verificar si esta fase de consolidación precederá a un nuevo rally o a un periodo más prolongado de rango acotado.
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