El precio de Bitcoin ha permanecido dentro de un corredor definido de $100,000 a $120,000 durante el último trimestre, en contraste con el rally persistente del oro, que recientemente superó los $3,900 por onza. Esta relación inversa recuerda patrones de ciclos anteriores: cuando el oro extiende una racha ganadora, Bitcoin suele consolidarse; cuando el impulso del metal precioso se detiene, Bitcoin retoma trayectorias alcistas. El análisis de correlaciones móviles a dos años indica que las fases de correlación cercana a cero frecuentemente preceden a las rupturas de Bitcoin. Los estrategas del mercado ahora ven una posible desaceleración en el avance del oro como el catalizador clave para las nuevas ganancias de Bitcoin.
Los ejemplos históricos subrayan esta dinámica. Durante la volatilidad del mercado impulsada por aranceles de enero a abril, el oro subió aproximadamente un 28% mientras Bitcoin cayó cerca del 30%. Esa secuencia se revirtió a partir de agosto, cuando el oro se estabilizó y Bitcoin se disparó más del 60% para alcanzar nuevos máximos históricos en julio. Patrones alternantes similares surgieron en 2023, reforzando la noción de un vaivén entre activos tradicionales de refugio y activos digitales. El director de inversiones de ByteTree Capital destacó que el oro prospera en regÃmenes de tasas bajas y crecimiento débil, mientras que Bitcoin florece en expansiones económicas fuertes y tasas estables, haciendo que sus rallies alternados sean tanto lógicos como predecibles.
Las señales en cadena también respaldan esta tesis. Los saldos en exchanges muestran un declive gradual en la oferta de Bitcoin mantenida en plataformas de trading, lo que indica acumulación persistente por parte de tenedores a largo plazo. Mientras tanto, los flujos netos hacia los ETFs de oro han disminuido, con algunas tomas de ganancias emergiendo a medida que los datos económicos recientes apuntan a la estabilidad inflacionaria. Las métricas de volatilidad para ambos activos sugieren que la volatilidad implÃcita del oro ha alcanzado máximos de varios años, aumentando la probabilidad de una corrección a corto plazo. En contraste, la volatilidad de Bitcoin se ha contraÃdo, preparando el escenario para una posible expansión de volatilidad si la demanda aumenta.
Los traders ahora calibran la asimetrÃa del mercado de opciones y los niveles de interés abierto en busca de señales de cambio de sentimiento. Las compras protectoras de puts sobre oro y los spreads de calls sobre Bitcoin indican que los inversores institucionales anticipan una divergencia en el rendimiento. Los gestores de fondos de cobertura encuestados reportan una creciente confianza en la capacidad de Bitcoin para superar al oro en el cuarto trimestre, siempre que las condiciones macroeconómicas sigan siendo favorables. Las comunicaciones de bancos centrales y las próximas cifras de inflación en EE.UU. servirán como indicadores adicionales para la dirección del mercado.
Aunque el momento sigue incierto, el consenso apunta a mediados de octubre como una ventana probable de ruptura, coincidiendo con la estacionalidad histórica de Bitcoin. La próxima prueba crÃtica para el oro es $4,000 por onza; una falla en mantenerse por encima de ese nivel podrÃa desencadenar una rotación hacia activos de riesgo, notablemente Bitcoin. Por el contrario, un nuevo rally del oro podrÃa prolongar el estancamiento de Bitcoin dentro de su rango. Tanto inversores como desarrolladores de protocolos estarán atentos a estos flujos intermercado para confirmar el próximo ciclo principal de la criptomoneda.
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