Mientras la tasa de inflación anual de Venezuela se disparaba al 229 por ciento, las stablecoins como Tether USDt se han convertido en el medio de intercambio preferido por millones de residentes. Conocido localmente como “dólares Binance,” USDt se utiliza ampliamente para comprar comestibles, pagar alquiler, salarios y a proveedores, ofreciendo una reserva de valor estable en comparación con el bolívar. Mauricio Di Bartolomeo, cofundador de Ledn, señaló que las stablecoins han pasado de ser herramientas cripto de nicho a instrumentos financieros convencionales.
El bolívar venezolano se ha desplomado debido a la hiperinflación, erosionando la confianza en el efectivo y motivando a negocios de todos los tamaños a adoptar stablecoins. Las tasas oficiales y del mercado paralelo para el dólar estadounidense están en 151.57 y 231.76 bolívares, respectivamente, mientras que el USDt se negocia en Binance a 219.62. La liquidez y accesibilidad de USDt lo han convertido en el método preferido de liquidación en todas las clases sociales, funcionando efectivamente como una moneda paralela.
El Índice de Adopción Cripto Global 2025 de Chainalysis sitúa a Venezuela en el puesto 18 a nivel mundial y noveno ajustado por población, destacando un uso robusto de cripto bajo extremo estrés económico. Las stablecoins representaron el 47 por ciento de todas las transacciones menores a $10,000 en 2024, con una actividad cripto general que aumentó un 110 por ciento interanual. Di Bartolomeo afirmó que incluso gastos rutinarios como cuotas de condominios y servicios de seguridad ahora se cotizan y pagan en USDt.
Los controles de capital y el paisaje fragmentado de tasas de cambio en Venezuela han impulsado los mercados paralelos de divisas extranjeras y activos digitales. Las asignaciones oficiales de dólares estadounidenses se otorgan típicamente a entidades vinculadas al régimen, que revenden dólares a tasas más altas. Esta dinámica ha reforzado el papel de las stablecoins como un nivelador financiero y cobertura contra las restricciones cambiarias impuestas por el gobierno.
Otras economías emergentes con alta inflación—como Argentina, Turquía y Nigeria—están experimentando incrementos similares en la adopción de stablecoins. Los bancos centrales en estas regiones exploran pilotos de moneda digital, pero la falta de marcos regulatorios claros ha dejado a las stablecoins como la principal solución de facto para preservar el poder adquisitivo.
A pesar de la incertidumbre regulatoria, las stablecoins se están integrando en la infraestructura de pagos de Venezuela. Desde pequeños vendedores ambulantes hasta nóminas corporativas, USDt ofrece liquidación casi instantánea, tarifas mínimas y registros transparentes en cadena. Mientras persista la inestabilidad monetaria, las stablecoins podrían continuar desplazando a las monedas fiduciarias fallidas, remodelando las prácticas financieras en entornos hiperinflacionarios.
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