La agencia de calificación crediticia Moody’s Ratings publicó un informe el 26 de septiembre que evalúa las implicaciones macrofinancieras de la mayor adopción de criptomonedas en las economías de mercados emergentes. El análisis indica que el uso extensivo de stablecoins y otros tokens digitales podría debilitar la capacidad de los bancos centrales para llevar a cabo una política monetaria efectiva, especialmente en regiones que enfrentan depreciación crónica de la moneda y presiones inflacionarias.
Moody’s identifica los principales canales de transmisión en riesgo como la sustitución de depósitos, donde las stablecoins vinculadas a monedas extranjeras reemplazan las tenencias en moneda local, y la sustitución de pagos, en la que los precios de bienes y servicios se desplazan fuera de la unidad doméstica. Estas dinámicas se asemejan a una dolarización no oficial pero operan con una supervisión regulatoria reducida y visibilidad limitada para las autoridades monetarias.
El informe estima que la propiedad global de criptomonedas se expandió a aproximadamente 562 millones de individuos hacia finales de 2024, reflejando un crecimiento interanual del 33%. La adopción ha sido más pronunciada en el Sudeste Asiático, África y partes de América Latina, impulsada por factores como el acceso restringido a servicios bancarios formales, la volatilidad de la moneda y las eficiencias en costos de remesas facilitadas por transferencias basadas en blockchain.
En contraste, la introducción de stablecoins en economías establecidas sigue siendo predominantemente orientada a la inversión, con marcos regulatorios transparentes e integración dentro de plataformas custodias licenciadas. Los mercados emergentes suelen exhibir estructuras legales fragmentadas y una aplicación inconsistente de regulaciones contra el lavado de dinero, identificación de clientes y de valores, aumentando las vulnerabilidades sistémicas.
Moody’s advierte que el crecimiento sostenido de los pagos en criptomonedas fuera de las monedas domésticas podría erosionar los ingresos por señoreaje, reducir el control de los bancos centrales sobre las condiciones crediticias y amplificar los canales de fuga de capitales transfronterizos. Además, la opacidad de ciertos protocolos blockchain puede disminuir la eficacia de la monitorización de actividades ilícitas y las salvaguardas de integridad financiera.
Las recomendaciones de política del informe incluyen mejorar la claridad regulatoria para los activos digitales, expandir los pilotos de monedas digitales emitidas por bancos centrales (CBDC) para ofrecer alternativas digitales de pago doméstico, y fortalecer la cooperación transfronteriza en la gobernanza de stablecoins. Moody’s subraya la importancia de fortalecer la capacidad institucional para monitorear los flujos onchain y hacer cumplir los mecanismos de cumplimiento.
Las autoridades de mercados emergentes enfrentan el doble desafío de fomentar la inclusión financiera a través de la innovación digital mientras preservan la soberanía monetaria y la estabilidad sistémica. El informe de Moody’s enfatiza que equilibrar estos objetivos requerirá enfoques regulatorios calibrados, mayor transparencia e inversión en infraestructura supervisora.
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