La Ley CLARITY, presentada para proporcionar un marco legal para la clasificación de redes blockchain, define los ‘blockchains maduros’ principalmente en base a criterios de descentralización y umbrales de volumen de transacciones. Sin embargo, los observadores de la industria sostienen que la definición actual de la Ley no contempla dimensiones críticas como la robustez del mecanismo de consenso, los procesos de gobernanza en cadena y las integraciones de activos del mundo real. Este enfoque limitado podría socavar la claridad regulatoria y frenar la innovación tecnológica.
Métricas de Descentralización
Bajo la Ley, una red se considera madura si cumple con los requisitos mínimos de distribución de nodos y finalización de transacciones. Los críticos señalan que la distribución geográfica por sí sola no garantiza la resistencia contra ataques coordinados, ni refleja la distribución del poder económico o de voto dentro de los conjuntos de validadores. Factores adicionales—como las condiciones de penalización, las tasas de rotación de validadores y la concentración de participación—quedan sin abordar.
Consideraciones de Seguridad
La legislación pone un énfasis limitado en las auditorías de seguridad a nivel de protocolo y las prácticas de divulgación de vulnerabilidades. Una blockchain podría cumplir con el criterio de descentralización y aun así ser susceptible a exploits de contratos inteligentes o vulnerabilidades en la capa de consenso. Las mejoras recomendadas incluyen evaluaciones de seguridad independientes obligatorias y obligaciones de reporte para cambios de código que afecten los componentes centrales del protocolo.
Gobernanza y Actualizabilidad
Los marcos de gobernanza varían ampliamente entre protocolos, desde arreglos multisig fuera de cadena hasta esquemas de votación en cadena. La Ley no diferencia en función de la transparencia gobernativa o la alineación entre desarrolladores y comunidad, factores críticos para la resiliencia de la red y la coordinación oportuna de actualizaciones. Se insta a los legisladores a integrar métricas de madurez en gobernanza, incluyendo puntualidad en propuestas, logros de quórum y tasas históricas de éxito en actualizaciones.
Recomendaciones
Para refinar la clasificación de blockchains maduros, los expertos recomiendan un enfoque modular basado en criterios que asigne puntuaciones ponderadas a la descentralización, seguridad, gobernanza y actividad de activos del mundo real. Un sistema por niveles podría permitir que las redes avancen a través de etapas de madurez, proporcionando a reguladores y participantes del mercado una evaluación de madurez matizada y basada en datos.
En ausencia de estas mejoras, la Ley CLARITY corre el riesgo de crear puntos ciegos regulatorios, pudiendo clasificar erróneamente redes y asignar incorrectamente recursos de cumplimiento. Se espera que las consultas continuas con las partes interesadas configuren revisiones en el próximo ciclo legislativo.
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