El 14 de agosto de 2025, las empresas de criptomonedas de EE. UU. intensificaron sus planes para salir a bolsa, aprovechando un resurgimiento en las valoraciones del mercado y cambios regulatorios favorables bajo la administración Trump. La capitalización total del mercado global de criptomonedas alcanzó recientemente los 4.2 billones de dólares, reavivando el apetito de los inversores por participaciones accionarias en empresas de activos digitales. Bullish (BLSH.N), un operador de intercambio respaldado por Peter Thiel, lideró la ola al recaudar 1.11 mil millones de dólares en su oferta pública inicial en la Bolsa de Nueva York, valorando la compañía en aproximadamente 13.16 mil millones de dólares. Este espectacular debut subraya una tendencia más amplia, ya que tanto instituciones tradicionales como capitalistas de riesgo buscan liquidez a través de los mercados públicos.
Circle (CRCL.N), conocido por su stablecoin USDC, estableció un hito en junio cuando sus acciones se duplicaron al abrir, valorando al emisor en alrededor de 18 mil millones de dólares. Ese logro coincidió con la aprobación en el Senado de EE. UU. de la Ley GENIUS, que estableció un marco federal integral para las stablecoins. Los analistas del sector citan el éxito de Circle como un ‘‘semáforo verde’’ que ha animado a otras entidades cripto a buscar listados públicos.
Los observadores del mercado señalan que los suscriptores tradicionales y bancos de inversión están interesados en reactivar su participación tras un periodo de inactividad luego del colapso de FTX en 2022, que impuso estrictos estándares de diligencia debida en las ofertas de activos digitales. La actual cohorte de ofertas públicas iniciales abarca intercambios, emisores de stablecoins, proveedores de custodia y desarrolladores de infraestructura blockchain. Presentaciones confidenciales de BitGo, Grayscale y Gemini indican que estas empresas podrían seguir los pasos de Bullish y Circle en el mercado, buscando aprovechar la renovada demanda minorista e institucional.
Las Compañías de Adquisición con Propósito Especial (SPACs) siguen siendo una ruta alternativa, con varias startups cripto más pequeñas optando por transacciones de des-SPAC para acelerar su entrada al mercado. Los defensores sostienen que las fusiones SPAC pueden eludir los obstáculos regulatorios asociados con las IPO tradicionales y ofrecer mayor flexibilidad en la fijación de precios. Sin embargo, los críticos advierten que las valoraciones de SPAC pueden desviarse significativamente de los fundamentos subyacentes, lo que implica riesgos si las trayectorias de precios de los tokens fallan.
A medida que se llena la cartera de IPO de EE. UU., la atención se centrará en el desempeño post-listado y en el grado en que las empresas cripto cotizadas puedan mantener la confianza de los inversores en medio de incertidumbres macroeconómicas. Los banqueros anticipan una ventana robusta en otoño para nuevas ofertas si el sentimiento del mercado de acciones se mantiene, con candidatos potenciales que incluyen disruptores fintech y plataformas de tokenización. Aunque el renacimiento de las IPO cripto en EE. UU. marca un momento crucial para la industria, los participantes reconocen que la adopción generalizada dependerá de una clara regulación continua y de una alineación demostrable entre los estándares de gobernanza corporativa y los modelos de negocio nativos de la blockchain.
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