El 9 de diciembre de 2025, la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC) emitió una guÃa interpretativa que permite a los bancos nacionales participar en transacciones de principal sin riesgo en cripto. Bajo las nuevas reglas, los bancos pueden intermediar operaciones de criptomonedas entre contrapartes sin poseer activos en sus balances, excepto en casos limitados. El movimiento representa un giro desregulatorio por parte de la OCC destinado a integrar la banca tradicional con los servicios de activos digitales.
La guÃa revoca los requisitos anteriores que obligaban a las empresas a obtener aprobación supervisora previa para las actividades relacionadas con criptomonedas. Ahora, los bancos pueden ofrecer custodia, liquidación y servicios de agencia para las criptomonedas, sujeto a las normas existentes de seguridad y solidez. La OCC enfatizó que los bancos deben gestionar los riesgos operativos, de liquidez y de cumplimiento asociados con facilitar operaciones en activos digitales volátiles.
Los defensores aplauden la decisión como un hito para la adopción generalizada, reduciendo fricciones para los clientes que buscan acceso a activos digitales a través de canales bancarios establecidos. Los inversores institucionales pueden beneficiarse de las rampas de entrada proporcionadas por bancos regulados, aumentando la liquidez del mercado. Los bancos pueden aprovechar los marcos existentes de gestión de riesgos para supervisar las exposiciones a criptomonedas.
Los crÃticos advierten que entrelazar a los bancos con mercados especulativos podrÃa amplificar las vulnerabilidades sistémicas. Una caÃda repentina de las criptomonedas podrÃa transmitir pérdidas a las finanzas tradicionales, desafiando el seguro de depósitos y los modelos de adecuación de capital. Los observadores señalan paralelismos con crisis pasadas donde las correlaciones de activos socavaron el aislamiento de riesgos entre sectores.
Las reacciones del mercado fueron moderadas, con Bitcoin operando en un rango estrecho tras el anuncio. Las acciones de bancos con programas piloto de cripto previos registraron pequeñas ganancias. Expertos legales advierten que hará falta una mayor claridad regulatoria por parte de la Comisión de Bolsa y Valores para definir el panorama de valores frente a mercancÃas para los tokens digitales.
La guÃa de la OCC establece un precedente para otros reguladores bancarios a nivel global. Su impacto dependerá del apetito de los bancos para ampliar los servicios de cripto y de la respuesta del mercado en general ante la mayor participación institucional. Las partes interesadas monitorizarán las primeras ofertas cripto lideradas por bancos y evaluarán la resiliencia operativa bajo condiciones de negociación en vivo.
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