El 22 de agosto de 2025, surgieron informes que indican que el Banco Central Europeo (BCE) está explorando activamente la viabilidad de implementar su próximo euro digital en redes blockchain públicas, específicamente Ethereum y Solana. Esta evaluación representa un alejamiento de los prototipos tradicionales de moneda digital de banco central (CBDC) basados en libros contables privados y permisivos, como se ha visto en varios programas piloto a nivel mundial. Los modelos de blockchain públicos, en contraste, ofrecen marcos nativos de tokenización, resiliencia a través de la descentralización y acceso amplio mediante implementaciones estándar de nodos.
Según fuentes citadas por el Financial Times, los responsables de políticas del BCE están sopesando las compensaciones entre las limitaciones de privacidad y las garantías de escalabilidad que proporcionan los sistemas privados, frente a la transparencia y los efectos de red inherentes a las plataformas públicas. El extenso ecosistema de contratos inteligentes de Ethereum y la alta capacidad de procesamiento de Solana han surgido como candidatas principales. El grupo de trabajo del BCE sobre el euro digital está evaluando criterios que incluyen los tiempos de finalización de transacciones, el coste por transacción, los modelos de gobernanza y la alineación con los requisitos regulatorios de la UE.
Consideraciones Regulatorias y Técnicas
Si se selecciona una blockchain pública, el BCE deberá diseñar interfaces técnicas que segreguen los datos de los usuarios de los nodos públicos, manteniendo el cumplimiento con las leyes contra el lavado de dinero (AML) y de protección de datos. Se están revisando soluciones de capa 2 que preservan la privacidad y arquitecturas de prueba de conocimiento cero para equilibrar la confidencialidad con la auditabilidad. La interoperabilidad con las infraestructuras de pago existentes en la eurozona y la integración con APIs bancarias comerciales también serán críticas para la adopción masiva.
Implicaciones Estratégicas
El cambio a un modelo de blockchain pública podría fortalecer la posición del euro en las finanzas digitales al aprovechar los efectos de red de las aplicaciones de finanzas descentralizadas (DeFi), los mercados de activos tokenizados y los canales de liquidación transfronteriza. Sin embargo, persisten preocupaciones sobre el posible aumento de la influencia estatal en la gobernanza de la blockchain y los riesgos sistémicos vinculados a interrupciones de la red pública o ataques al consenso.
Se espera una decisión formal sobre el marco blockchain para finales de 2025, mientras el BCE prepara una segunda fase piloto del euro digital. Los resultados de esta evaluación probablemente influirán en los enfoques de los bancos centrales globales hacia las CBDC, alimentando debates sobre el equilibrio óptimo entre innovación, seguridad y soberanía monetaria en una economía digital en rápida evolución.
Comentarios (0)