Septiembre ha representado durante mucho tiempo un perÃodo de bajo rendimiento histórico para la criptomoneda más grande por capitalización de mercado. El análisis de los últimos 14 meses de septiembre revela que bitcoin ha caÃdo en nueve ocasiones, con una bajada promedio mensual cercana al 12%. Los operadores ahora se preparan para una nueva presión a la baja tras un mÃnimo de tres semanas en la capitalización total del mercado cripto, que se sitúa en 3,74 billones de dólares.
Factores macroeconómicos como las tasas de interés elevadas, la incertidumbre geopolÃtica y las preocupaciones sobre cambios en la polÃtica de los bancos centrales han disminuido el apetito por el riesgo. Los indicadores de liquidez muestran volúmenes decrecientes en las principales plataformas de trading, aumentando el riesgo de volatilidad. Indicadores técnicos, incluyendo medias móviles y osciladores de momentum, señalan un potencial para una mayor caÃda hacia niveles clave de soporte alrededor de 105,000 dólares.
Solana desafió la tendencia general con una ganancia del 4% en las últimas 24 horas, superando a otros activos de gran capitalización. La divergencia subraya la evolución de la dinámica del mercado y la rotación de capital hacia protocolos layer-1 de alto crecimiento. Sin embargo, los ETFs Spot de BTC registraron salidas netas cercanas a 440 millones de dólares la semana pasada, reforzando los flujos estacionales bajistas mientras los inversionistas cubren posiciones en medio de la incertidumbre sobre la polÃtica de la Fed.
Los datos de opciones en plataformas de derivados muestran una demanda elevada de contratos put, reflejando una valoración sesgada hacia la protección a la baja en el precio neutral de riesgo. Los perfiles de interés abierto destacan una concentración en strikes por debajo de 108,000 dólares, un patrón coherente con estrategias de cobertura protectora. Las tasas de financiación de futuros en plataformas principales también han cambiado a territorios neutrales o marginalmente negativos.
Las próximas publicaciones del empleo no agrÃcola y del Ãndice de precios al consumidor en EE. UU. pueden actuar como catalizadores para nuevos movimientos en el mercado. Un reporte laboral más débil podrÃa reavivar las esperanzas de una polÃtica monetaria acomodaticia, potencialmente desencadenando un short squeeze. Por el contrario, datos más fuertes podrÃan validar perspectivas técnicas bajistas y extender la corrección estacional. Los operadores permanecen vigilantes ya que factores históricos preceden a posibles picos de volatilidad en el último trimestre del año.
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